Cuantos genios incomprendidos y todo por nuestro encasillamiento, en todos estos años, de que una persona es inteligente solo y solamente cuando domina Matemática y Lenguaje; todos los grandes maestros queriendo enseñar conocimientos.
Y las otras materias ¿Qué?, han sido consideradas como ARTE y que venían si se tenía predisposición “a”….
Y la inteligencia emocional tan imperativa y funcional por encima de las otras, que sin ella pues, ¿qué sería de las otras? Es por eso que en muchas oportunidades vemos ahora que tenemos “Buenos” profesionales en el aspecto cognoscitivo pero, como personas en su trato con los demás, dejan mucho que desear.
Si bien es cierto que hay un coeficiente establecido de la inteligencia ¡Gracias por los superdotados¡ pero, que lo sean en forma integral y holística, no sólo en conocimientos.
¿Y los niños con problemas de aprendizaje, con habilidades diferentes?; no serán luces de eminencias, pero sí a muchos de ellos les sobra el carisma interpersonal: cariñosos, confiados en los demás, dando amor a borbotones.
El hecho de ocuparnos exclusivamente de nuestros niños y niñas según las habilidades que presenta, incluyendo a nuestros niños que se nos presentan en el aula con necesidades educativas especiales como parte de la población oculta, nos exige trabajar con un equipo de apoyo SANNEE (Servicio de apoyo a Niños con Necesidades educativas Especiales) de un Centro Especial, que a las justas puede y apoya a los niños matriculados en su Centro y menos pues se da tiempo y ocupa de los nuestros.
Y las aulas de la I.E, en especial la mía que es del nivel Inicial, con más de 30 niños y niñas con el apoyo de una auxiliar 1 vez a la semana; esa es nuestra realidad y con todas estas limitaciones propugnamos la tan ansiada educación personalizada e individualizada y la de Inclusión, como si fuera poco.
Ocho y más son la diferentes inteligencias múltiples, pero al final lo que se quiere es formar personas críticas, creativas y emocionalmente estables con ellas mismas y con los demás. Esto se da como un proceso de maduración, durante toda la vida, pero que pena que hay un buen número de personas que envejecen con los años pero la inmadurez les brota a flor de piel. Y son ellos los que se sienten insatisfechos, incompletos; y es por eso que nos topamos en las aulas con pequeños ansiosos y estresados, donde ellos directamente no son el problema, sino sus Padres y familia en general.
Por eso la importancia que como docentes estemos preparados, con características específicas adicionales para saber responder a esta problemática. Mostremos empatía y sintámonos Satisfechos con el trabajo realizado; desbordando habilidades sociales, aplicando la Pedagogía de la ternura y la terapia del Abrazo con nuestros niños y niñas; tratando nuestros problemas de casa en casa, y los del trabajo en nuestra Institución Educativa. Trabajando y propiciando el desarrollo de futuros hombres analíticos, creativos, críticos y responsables; en una palabra formados INTEGRALMENTE para el bienestar de nuestra Sociedad.
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